I just dont know what to do with myself

Es un asco, cuando estás triste y no sabes muy bien por qué, o sabes por qué, pero no lo quieres aceptar, o no tienes nada que hacer para cambiarlo. Se supone que debería estar feliz, he acabado los examenes, este sábado tengo un pedazo concierto... pero no, no lo estoy. Y qué coño, tengo comida en el plato todos los días y gente con la que hablar, unos padres y esas cosas. Pero no, no estoy feliz. Hay veces que me apetece sólo llorar, hasta que me pregunto por qué lo hago, y me doi cuenta que soy una tonta. Pero hay esta, ese momento de transición entre la tontería triste y la felicidad ignorante.

Hoy volviendo a casa del tuto me he encontrado dos restos de libros quemados... me los he guardado porque me parecía que se podían aprovechar, me encantan esas cosas, eso es que alguien se los ha leído, y no le han gustado, o los ha perdido, o ese sitio era una antigua biblioteca o miles de cosas diferentes. Hoy he empezado a ver Amelie, el placer de las cosas pequeñas de la vida, eso me gusta. Aunque de vez en cuando a todos nos gusta saborear lo grande. Este año no está hecho de cosas grandes para mí.

De fondo suena Real Wild Child de Iggy y rayos de sol asoman tras la ventana... crea un ambiente extraño. Todo apunta a que hay que estar feliz, pero no lo estoy. Y escribes a una página web como si fuera tu mejor amigo o algo, esperando que alguien lo lea porque la gente está demasiado ocupada en este momento preocupandose de sus propias cosas. Todos tenemos un gran ombligo al que hay que pulir poco a poco.


No sé. Luego están esos sentimientos hacia alguien en los que me he visto envuelta este año... no sé si es amor,odio, atracción, rabia... lo que sé es que me molestan, pero no se van, ya están tardando mucho la verdad. Los odio, quiero que se vayan con él. Y sobre todo odio un día muy concreto.








Una décima de segundo sirve para que tu vida de un cambio radical, conseguir que un ciego vea y que un sordo escuche la melodía más pura. Qué un pobre se sienta rico y un niño tercermundista saciado. Pero a nosotros, que tenemos de todo, nos hace falta mucho más. No lo podré entender.