Soy un loco que se dio cuenta, que el tiempo es muy poco.

Estos días he estado pensando un poco en qué será de mí, algo que pienso a menudo, a lo que nunca puedo responder gratamente. He estado pensando en eso de si sería capaz de ser flautista, CONCERTISTA!! Y he llegado a la conclusión de que no. No podría por varias razones:

Primero, y más importante, NO me gusta tocar en público, porque es una sensación de nerviosismo, una sensación de estas que no te gusta tener, te sudan las manos, te sube la sangre a la cabeza o te baja directa a los pies, no me acuerdo bien. En los examenes van exclusivamente a buscarte los fallos y se me escapa la flauta de las manos de los nervios, y las valerianas son una mierda, porque voy todo drogas por ahí pero mis manos siguen nerviosas. Odio los que critican sin saber de que están hablando, los maleducados que se van en medio de una obra, sin esperar medio minuto a que acabe. A los que dicen que muy bien, y piensas que qué mal. A los que no dicen nada.

Me da pena, porque se me ponen los pelos de punta cuando toco con una orquesta decente, la primera vez que fui al campamento de flautas tocando STAR WARS pero como, 150flautas diferentes,(flautines,pata de si,de sol,de....),violonchello,clarinete,trompeta... Enfin, parecía la banda sonora coño!, pero esque lo pienso, y eso es como para ser modelo, tienes que tener claro que te quieres dedicar a ello desde pequeño. A mí siempre me ha dado mucho miedo lo del superior de flauta y ahora se me ha pasado el arroz, como quien dice. Y con sólo dieciséis años. Pero no me quiero imaginar mi vida sin música como actividad primordial...

Pero tampoco puedo luchar contra mí misma, no creo que jamás pueda superar ese temor que se me aparece de repente en situaciones importantes, miedo a demostrarme como soy y olvidarme de todo, de quien mira , de quien escucha, de quien crítica.

Al fin y al cabo, sólo soy una mediadora entre el compositor y el público.

Díficil de cumplir, pero haber si el 2007 le echo un poco de huevos a la vida,joder!!

Por cierto, desaparecida o mejor dicho, tranquilizada la fiebre de los Beatle, ahora le ha tocado el turno a Calamaro, terminaré la entrada con unas palabras del caballero ante el cual me arrodillo, por ser un gran músico y un tio cojonudamente honesto. Un tio envidiable.

"Gracias le doi a la Virgen, gracias le doi al Señor, porque entre tanto rigor y habiendo perdido tanto, no perdí mi amor al canto, ni mi voz como cantor."