Hoy es un día normal, exepto por una cosa: hoy todos se van.
Hay momentos en que una disfruta de la soledad, pero no hay peor sensación que la de estar sólo y a la vez rodeado de gente. Hoy y ahora todos se han ido. Estoy sola en casa y no me siento bien. Tienes a las personas contadas y hoy ya has estado con todas ellas, al menos, todas con las que podías estar, pero ya todas se han ido. Y yo tirada en el sofá hago un par de llamadas, pero no hay respuesta. Me quedan dos llamadas por hacer, pero sé que la respuesta en ambas así que me quedo pensando en cómo hace un momento estaba riendome con gente al rededor, y ahora yo estoy sola y ellos lejos. Sé que el tiempo se quema y quiero pensar en algo rápido, algo para hacer lo que sea y cuando me de cuenta se me ha ido.
Un día más.
La música suena de fondo... "haz cosas mientras yo te miro..." así el silencio no se sufre demasiado.Una llamada, otra persona se va. Sé dónde acabaré hoy, en el bar. Que se podría llamar "el BAR" porque ha sido mi refugio todos estos días del puente. De echo, sé el lugar exacto que ocuparé, escaleras abajo, debajo de las escaleras que suben, esa mesa es la más aislada. No tomaré café. Y pasaré ahí dos horas. He llegado a un punto de asqueada que hasta mi tiempo libre es monotono. Quiero llamarte y otras muchas cosas.
"Tengo una paja mental que ya no sé de qué va"
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment