Tal vez no es lo que se esperaban, pero para mí tiene igual importancia. No, no es que Egoitz y yo hallamos compartido íntimos momentos en la cama... o donde sea. Ni tampoco que hallamos aprovado el bachillerato, todo a su tiempo. Es algo de lo que nuestros padres tampoco se sentirían orguyosos (por lo menos los míos) de que sea tal el alvoroto causado en este apaciguado blog por el mero echo de que por fin, POR FIN, Egoitz y yo nos emborrachamos juntos. ¡¡OLE Y OLE!!
Una guerra de naranjas inolvidable, un gran anfitrión.
Pd. Y tal vez una foto que se debería de borrar... ja ja.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment