Estar aislada el tiempo que yo decida, en una pequeña habitación, en medio de ningún sitio y de todos a la vez. En compañía de mi flauta travesera, mi bajo eléctrico, mis partituras, mi música, mi mundo. Mis pinturas de cera, mi maquillaje, mis dibujos y los que quedan por dibujar. Lo que he escrito y lo que queda por escribir. Agua. Cajetillas de tabaco, o tabaco de liar (en ese caso, también necesitaría mucho papel y filtros). Cigarritos de la alegría. Y más agua. Agua en abundancia. Una orgía de agua. También una cámara, o dos. Una de fotografía y otra de video. Fotografías de rockeros y de chicas pin up , de mitos eróticos como lo han sido Brigitte Bardot, Marilyn Monroe, Audrey Hepburn, o también Marlon Brando, James Dean, John Wayne... Esos y muchos más. Zapatos de tacón, ligueros, corsés, sostenes, medias enteras, media pierna, de liga, de colores y formas, de rejilla, tupidas, de raso , de seda. Folios y folios. Libros, películas, revistas, tebeos y hasta la biblia. Quién sabe por lo que le puede dar a una en esa situación. Retomar los años 50 y mantenerte jóven hasta el 2000, donde ya podrías morir habiendo vivido jóven esas cinco décadas. No creo que haya utilizado las formas verbales correctas, debido que estoy usando un, creo, futuro, para dar la muerte en un año que ya ha pasado, pero bueno, como tampoco se lo puedo preguntar a mi profesora porque no tiene ni idea de lo que dice, se quedará así.
Lo cierto es que me he ido mucho por las ramas. Lo que quería decirles, amigos, esque me quiero evadir completamente. Pensar en qué hago aquí, y por qué estoy viviendo lo que vivo, y diciendo lo que digo. Porque me callo cuando no debería hacerlo. Y porque todo sale del revés cuando menos te lo esperas. Me da verguenza decir que tengo mala suerte, por eso de la lotería que se rifa al nacer, eso de que he nacido aquí y no en Africa. Aunque yo sigo pensando que aquí ha nacido Helena, en África habría nacido... otra persona. Pero sigue sin estar bien visto eso de decir que tengo mala suerte, pero me cawenlaputa, si que se puede tener mala suerte, y habría que decirlo. Hombre, no tengo mala suerte enplan, "se ha muerto mi padre". Pero sí tengo mala suerte, y más mala me parece cada vez que lo pienso. Y esque no puedo dejar de pensar en ello. Es como una tortura china, o un castigo mitológico. Sé que está mal, sé las consecuencias, me conozco, pero no lo quiero aceptar. No lo puedo aceptar. Todo va demasiado deprisa. ¿Qué será de mí en un futuro? Si me lo pienso tanto es porque no quiero acabar con una vida mediocre de mierda con una familia a la que no aguanta ni su madre y una monotonía de la que ya soy víctima. Me niego. Y sí, me rallo. Porque cada día , cada semana, cada mes y cada año que pasa, parece que estoy más cerca de eso, que de lo que siempre he querido. De echo, no tengo la sensación de tener sueños o aspiraciones. Eso el año pasado no me pasaba. De echo, el año pasado lo que decía era: ¡Qué vida más triste la de aquellos que no tengan ilusiones, aspiraciones, sueños imposibles! . Pues bien, así estoy yo ahora, se me han escapado de entre las manos y ni siquiera me he dado cuenta hasta que estaban demasiado lejos.
Quiero romper con todo.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment